sábado, 21 de septiembre de 2013

Óscar Garrido: "Exponer fotografía es como invitar a la gente a tu propio entierro"


Vía valenciaplaza.com
VALENCIA. El fotógrafo Óscar Garrido (Xàtiva, 1975) expone durante el próximo mes su obra en torno a un viaje a Hong Kong en 2009. El Instituto Confucio de Valencia es el encargado de albergar este trabajo de fotografía analógica en blanco y negro que recorre, en palabras de su autor, "una ciudad excesiva, capaz de sorprender profundamente al visitante occidental".


Garrido diferencia las grandes ciudades asiáticas (recientemente también estuvo en Tokyo) de las europeas u occidentales: "puedes pasear por Nueva York, pero las sensaciones que percibes, lo que ves, ya está en las películas. Sin embargo, en una ciudad como Hong Kong puedes ver como a tu lado le cortan la cabeza a una rana para que alguien se coma el resto después".
El autor valenciano muestra a través de su trabajo fotográfico una ciudad intensa y marcada por su condición de excolonia británica, ahora sumergida bajo el arco político 'un país, dos sistemas', tras su anexión a la República Popular China pese a mantener un mercado libre y una cultura del ocio más que libre. "La ciudad está condicionada por su crecimiento vertical, y eso es en gran medida lo que he fotografiado sin detenerme".
Porque a Garrido le gusta pasar desapercibido mientras capta sus instantáneas. "No soy de los fotógrafos que en este tipo de proyectos se pasan horas preparando una fotografía. Para mí, el viaje también es un viaje de placer que en este caso compartí con mi pareja". En sus fotos se puede ver el mercado de pájaros o cómo se ofrece comida totalmente destapada, al aire libre, incluyendo pescado. Muchas de las instantáneas, pese al blanco y negro, nos recuerdan a escenas de Chunking Express, de Wong Kar-wai, en las que hay estrés urbano, personas por todas partes y el ya citado desarrollo vertical.
Garrido evolucionó como fotógrafo en las tecnologías analógicas. Cuando llegó el digital lo probó y actualmente lo utiliza para su trabajo, como fotógrafo de producto y en la realización de vídeo en la que ha trabajado durante tiempo. "Cuando voy con las cámaras analógicas de viaje realizo unas 800 o 900 fotos. Si fuera con el equipo digital haría 900 por la mañana y 900 por la tarde y volvería a casa con 20.000 fotos.No es el tipo de fotografía ni de viaje que busco", asegura.
Realizada con su Contax T, la cámara que más mobilidad permite a Óscar Garrido
No obstante, Garrido realizó este viaje -como la mayoría de los que muestra a través de su web- con la esperanza de exponer su obra algún día. "Hay otros fotógrafos que no buscan el reconocimiento, pero a mí me gusta. Me gusta que la gente lo vea,aunque exponer tu fotografía es como invitar a la gente a tu entierro: te ven con la mirada de contemplar algo del pasado, algo que es tuyo y en cierto sentido ya esta cerrado".
El fotógrafo reconoce que encuentra su inspiración "lamentablemente, siempre que salgo de Valencia. Es una cuestión de contrastes. Cuando un turista japonés viene a España también necesita fotografiarlo todo. Supongo que es justo la situación contraria". Prepara el viaje minuciosamente en el sentido técnico, comprando rollos de película de 30 metros, convirtiéndolos en carretes y realizando las fotos. A la vuelta, positivarlas y pasar por la ampliadora como en un proceso final que se puede apreciar en el siguiente vídeo.


No obstante, la nueva situación social y económica de la ciduad de Valencia y su entorno ha empezado a inspirar a Garrido: "he empezado a preparar un proyecto en el que quiero fotografiar polígonos industriales. Estoy estudiando con otro compañero hacia dónde vamos a apuntar con las fotos: arquitectura muerta, tristeza, los que han sobrevivido...". En cualquier caso, el proyecto será nuevamente analógico y con el proceso artesanal presente en su trabajo sobre Hong Kong y ahora accesible al público valenciano.

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